El “Check Engine” es una luz de advertencia que se encuentra en el tablero de instrumentos de muchos vehículos. Esta luz se ilumina cuando el sistema de diagnóstico a bordo (OBD, por sus siglas en inglés) detecta un problema o falla en uno o más componentes del motor o del sistema de emisiones. En este artículo, profundizaremos en el significado del “Check Engine”, las posibles fallas que puede provocar, las acciones que se deben tomar cuando se enciende y cómo resolver los problemas asociados, clasificándolos desde los más graves hasta los menos graves.
¿Qué es el “Check Engine” y qué significa cuando se enciende?
El “Check Engine” es una luz amarilla o naranja en forma de motor que se activa en el panel de instrumentos cuando el sistema de diagnóstico a bordo detecta una anomalía en algún componente del motor o de las emisiones. Cuando esta luz se enciende, indica que el vehículo ha registrado un código de error en su computadora de control y que es necesario realizar una revisión para identificar el problema específico.
¿Qué fallas puede provocar el “Check Engine”?
El “Check Engine” puede encenderse debido a una amplia variedad de problemas y fallas en el vehículo. Algunas de las causas más comunes incluyen:
- Problemas en el sistema de encendido: Fallas en las bujías, cables de encendido o bobinas pueden provocar que el motor funcione de manera irregular o tenga dificultades para arrancar.
- Sensor de oxígeno defectuoso: El sensor de oxígeno mide los niveles de oxígeno en los gases de escape y ayuda a mantener un buen rendimiento del motor. Un sensor defectuoso puede afectar el consumo de combustible y las emisiones.
- Tapón de combustible flojo o defectuoso: Un tapón de combustible mal ajustado puede provocar la activación del “Check Engine”, ya que puede afectar el sistema de evaporación de combustible.
- Problemas en el sistema de emisiones: Fallas en el catalizador, el sistema EGR (recirculación de gases de escape) o el filtro de partículas pueden causar que se encienda la luz de advertencia.
- Problemas en el sistema de admisión de aire: Fugas en el sistema de admisión de aire o un sensor de flujo de aire defectuoso pueden afectar el rendimiento del motor.
- Problemas en el sistema de combustible: Fallas en la bomba de combustible, en los inyectores o en el regulador de presión pueden causar problemas en el suministro de combustible.
¿Qué se debe hacer cuando se enciende el “Check Engine”?
Cuando el “Check Engine” se enciende, es importante no entrar en pánico y tomar medidas adecuadas. A continuación, se enumeran los pasos a seguir:
- No ignore la luz: Aunque la causa pueda ser algo menor, es fundamental prestar atención a la luz del “Check Engine”. Si se ignora, el problema podría empeorar con el tiempo y provocar daños mayores en el vehículo.
- Revise el manual del propietario: Consulte el manual del propietario del vehículo para obtener información sobre el significado específico de la luz y las posibles acciones a tomar.
- Verifique si hay síntomas: Observe si el vehículo presenta algún síntoma, como pérdida de potencia, vibraciones anormales o problemas en el consumo de combustible. Estos detalles pueden ser útiles para el diagnóstico.
- Verifique el tapón de combustible: Asegúrese de que el tapón de combustible esté bien cerrado y ajustado. Un tapón flojo puede ser una causa común de activación de la luz.
- Visite un taller o centro de servicio: Lo más recomendable es llevar el vehículo a un taller o centro de servicio especializado para realizar una revisión completa y un diagnóstico adecuado. Los mecánicos utilizarán un escáner de diagnóstico para leer los códigos de error almacenados en la computadora del vehículo y determinar la causa exacta del problema.
¿Cómo se logra que se apague la señal del “Check Engine”?
La luz del “Check Engine” no se apagará automáticamente después de resolver el problema. Una vez que el problema haya sido reparado, el mecánico debe reiniciar el sistema de diagnóstico a bordo para borrar los códigos de error y apagar la luz de advertencia.
Es importante clasificar las fallas según su gravedad para determinar la urgencia del servicio necesario:
Problemas graves: Estos incluyen fallas en el sistema de frenos, problemas de sobrecalentamiento, pérdida repentina de potencia o problemas en la transmisión. Estas fallas pueden ser peligrosas y deben ser atendidas de inmediato.
Problemas moderados: Incluyen fallos en sensores, bujías o emisiones que pueden afectar el rendimiento y el consumo de combustible. Si bien no son tan críticos como los problemas graves, deben ser revisados y reparados pronto.
Problemas menores: Son problemas de menor importancia, como un tapón de combustible flojo o un sensor de luz de freno defectuoso. Si bien no afectan el funcionamiento general del vehículo, también deben ser solucionados para un óptimo desempeño.
En conclusión el “Check Engine” es una importante luz de advertencia en el tablero de instrumentos de los vehículos, que indica posibles problemas o fallas en el motor o el sistema de emisiones. Cuando esta luz se enciende, es fundamental tomar medidas adecuadas para identificar y resolver la causa del problema. Acudir a un taller o centro de servicio especializado es la mejor manera de realizar un diagnóstico preciso y resolver el problema de manera efectiva. Clasificar las fallas desde los problemas más graves hasta los menos graves ayuda a determinar la urgencia de las reparaciones necesarias. Mantener el vehículo en buen estado y atender de manera oportuna las señales del “Check Engine” garantiza una conducción segura, eficiente y amigable con el medio ambiente.